viernes, 27 de diciembre de 2013


El botellón del viernes


El botellón del viernes M. Martín Ferrand

Aunque con menos talento creador, muchos de los jóvenes españoles de hoy se comportan como si fueran herederos de Paul Verlaine.  Este poeta lavaba sus penas y sus cuernos con absenta - ajenjo le dicen con frecuencia nuestros muchachotes y muchachitas, anulan sus esperanzas y disimulan su pereza a golpes de botellones en los que sin mucho respeto al paladar, lo mismo caben el cubata, el calimocho o la cerveza reforzada con algún aguardiente de relleno. El caso es "colocarse" fuera de la realidad y, a mayor abundamiento, hacerlo con quiebra a los supuestos del orden y concierto que entendemos mayoritariamente como imprescindibles para la convivencia. Una dosis de rebeldía es tan imprescindible en la juventud como el acné, pero estamos en plena sobredosis.

 

Los franceses, con bueno sentido común, prohibieron   la fabricación de absenta hace noventa años y así evitaron muchas intoxicaciones de metílico, compañeras frecuentes de las forzadas ensoñaciones a las que empujaba  el brebaje. Incluso aquí, paraíso de la tolerancia nociva, ya hace años que dejó de producirse en la ribera del Mediterráneo, donde estaban sus más fieles clientes. Ahora lo que se lleva, ya digo, es el botellón y, como si se tratara de un pulso al principio de autoridad que nunca debe olvidar un Gobierno, son varias las ciudades españoles en las que vía Internet y SMS innominados jóvenes, dotados de gran aparato y capacidad organizativos, convocan botellones para celebrar una supuesta " fiesta de    la primavera".

Me gustaría saber qué y quiénes se esconden tras   esas provocadoras convocatorias y supongo que Interior andará en la pesquisa, porque no es admisible la hipótesis de su ingenua espontaneidad. De lo que se trata, como en tantas ocasiones, es de romper el orden, de lanzar al aire una provocación para que, independientemente de  la reacción que pueda llegar a provocar, se vaya degradando el fundamental principio de autoridad.

Aseguran algunos alcaldes que no disponen de una normativa específica para evitar lo que puede llegar a ser una grave alteración al público. ¿Hace falta?    La autoridad, con tanta prudencia como energía, exige en ocasiones la confrontación y, incluso, la exhibición de   la fuerza. Este es uno de los casos. Ante la ocupación de  los espacios públicos con desorden y alboroto no hay vacío legal. Puede haber, o dejar de haberlos, resolución y capacidad para que, aunque resulte impopular, no le quepa a nadie la menor duda de que           la calle es de todos y no concede exclusivas, vía telefonillo portátil, a botellones de ningún género. Verlaine, por lo menos, era rebelde en     la intimidad de los cafés.

Diario ABC 14-3-2006

Absenta. Licor alcohólico aromatizado con ajenjo

Ajenjo: Planta perenne compuesta, cuyos tallos, hojas, y flores despiden un fuerte olor y tienen un sabor muy amargo.

Paul Verlaine: Perteneciente a la Generación del Simbolismo frances, junto a otros poetas como Baudelaire o Mallarme, esta considerado uno de los excelsos "poetas malditos". Sus obras, marcan los pasos de un incipiente Siglo XX.

El simbolismo francés tuvo como hacedor máximo a Stéphane Mallarmé y supuso una revolución en el terreno del arte y de la poesía. Supuso una ruptura con  el Positivismo y el Realismo precedente. Verlaine -por su parte- se convertirá en el hacedor de ese sentido musical que revela una palabra poética llena de sugerencias.   Los símbolos desvelan una imagen inédita y reveladora de la realidad.

 

Tema: El texto que vamos a comentar se centra en la denuncia de los botellones. Según el autor, el botellón juvenil es un acto incívico que atenta contra las normas básicas de convivencia.

En resumen, Martín Ferrand hace hincapié en  la necesidad de prohibir los botellones. Compara la actitud de nuestros jóvenes con la realizada por Paul Verlaine que se desinhibía, emborrachándose, al igual que hacen hoy en día los jóvenes, que convocan macrobotellones invadiendo los espacios públicos. No se sabe  quiénes son los instigadores porque los botellones se convocan, vía SMS y su única finalidad es provocar a las autoridades. Puesto que coartan  las libertades al atentar contra el orden y ocupar espacios públicos deben prohibirse aunque no exista ninguna legislación que lo regule.

Esquema organizativo:

1. Introducción al tema: Los jóvenes de hoy en día se comportan como Paul Verlaine.

1.1. Se “colocan” en espacios públicos, organizando botellones.

1.2.  Apelan al derecho a la rebeldía social.

Cuerpo argumentativo:

2. En otros países se ha prohibido la fabricación de etílicos, como la absenta.

2.1. En España, la costumbre es el macro-botellón que se organiza como fiestas de la primavera.

2.2. Es inquietante que no sepamos quiénes los organizan.

2.3. Sólo importa la provocación ante la autoridad.

3. Los alcaldes aseguran que no existe legislación para prohibirlos y no hacen nada.

3.1. Tesis: No es necesaria ninguna legislación porque la calle es de todos.

3.2. El botellón  coarta  las libertades y derechos de los ciudadanos.

Se trata de un texto expositivo-argumentativo. El autor se dirige al lector habitual del periódico con la finalidad de formar su opinión. La reflexión es obvia: Está costumbre es incívica, molesta a un alto porcentaje de la sociedad y, por tanto, debe prohibirse, aunque exista un vacío legal y no se haya implementado aún ninguna ley que regule la actuación de la autoridad. La tesis aparece al final del texto, cuando el autor insta a las autoridades a que actúen y prohíban estos actos que atentan contra los derechos cívicos.

Elementos de la comunicación y funciones del lenguaje.

El emisor o periodista, M. Martin Ferrand se dirige al lector ideal del periódico ABC –un periódico que tiene una ideología determinada- y le insta a la reflexión sobre las molestas convocatorias de los botellones. Es evidente que existe una crítica implícita a la autoridad que, incapaz de tomar medidas, se escuda en la inexistencia de unas leyes, una actitud que –intuimos- el autor considera poco valiente. El canal empleado es el papel. En este caso el artículo es publicado en un periódico que tiene una ideología ultraconservadora, por lo que el autor presupone el apoyo del lector a sus aseveraciones. En cuanto al código, y pese al uso del registro estándar, le suponemos  un nivel culto, ya que la variedad de registros es patente en el texto. Junto a expresiones coloquiales como “colocarse”, aparecen otras, como la referencia a Paul Verlaine, que presuponen que el lector sabe quién es el personaje. En cuanto al contexto, el espacio periodístico le obliga al autor a la concisión y la claridad expositiva. Por otra parte, el contexto social al que hace referencia es el botellón, una nueva costumbre entre los jóvenes que debe ser erradicada porque se produce en un espacio público y coarta                las libertades de otros individuos.

Priorizamos en el texto el uso de la función apelativa  o conativa, dada la intención del autor, que, no es otra, que mover a la actuación de las autoridades. Es incuestionable, que en el texto aparece de forma explícita la función referencial, pues el autor debe informar de los hechos sucedidos. Pese a la aparente impersonalidad,   la implicación del autor es obvia (“me gustaría saber”…), de ahí la presencia de la función expresiva. Además, podríamos hablar de una cierta apelación al lector “ideal” (autoridades- alcaldes), cuando les pregunta sobre      la necesidad o no de gestionar una legislación contra  los botellones.

Mari Carmen Moreno Mozo

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