viernes, 27 de diciembre de 2013


La etiqueta.

Tema, resumen y esquema organizativo.

 

Cuando el chaval dice que quiere comprarse un pantalón, no es         un pantalón lo que quiere comprar, sino una etiqueta.

El buen padre y la buena madre acuden con el chaval a las tiendas de juventud y no salen de su asombro. Observan detenidamente los géneros,    los sopesan, los palpan y jurarían que aquellas telas son las mismas que se ponían los labradores 20 años atrás para regar sus huertas y los pastores para cuidar las cabras en el monte.

Sin embargo a los chavales eso les trae sin cuidado.  El pantalón que quieren comprarse los chavales no tiene nada que ver con texturas ni con urdimbres ni con aprestos. Lo importante es la etiqueta. No  una etiqueta cualquiera, sino  la que debe ser; que luzca destacada sobre las posaderas, pues constituye el signo distintivo de su cabal integración en el grupo.

Que luego el pantalón sea un trapo o tenga agujeros es igual. Mejor dicho; debe tener agujeros y ser un trapo. Los chavales modernos repudian toda manifestación de elitismo, abominan de aquella sociedad hipócrita y caduca en la que sus padres, entonces jóvenes (si es que a los padres se les concede la merced de haber sido jóvenes alguna vez), disfrazaban                su verdadera naturaleza y condición vistiendo ropas bien confeccionadas, planchadas y limpias, si había con qué comprarlas (que no solía haber, por cierto).

Los chavales, que desprecian aquellos prejuicios burgueses, se han rebelado contra la dictadura de la pulcritud y el aseo, y desarrollan su personalidad vistiendo de mendigos. En realidad visten todos iguales y parece                   el uniforme; por el precio de ese uniforme, los mendigos verdaderos comerían una semana, y encima van anunciando gratis al fabricante con la etiqueta pegada al culo. Pero así es como se sienten libres, ¡libres! Angelitos míos.

 

El texto, objeto de nuestro comentario, tiene como tema esencial la mala calidad de la ropa que adquieren los jóvenes. El autor hace hincapié en      la actitud de la mayoría de los jóvenes que compran la ropa por la marca, sin fijarse en su calidad o en  el precio.

 

En resumen, el periodista reflexiona sobre la costumbre de  los jóvenes que compran    la ropa ateniendo únicamente a una etiqueta y no se fijan en     la calidad de la prenda ni en su precio. Sus padres advierten de que esa ropa  era la misma que llevaban los labradores antiguamente, pero a ellos eso les tiene sin cuidado, ellos repudian la sociedad burguesa y prefieren ir como mendigos. No se dan cuenta de que la ropa es de calidad pésima porque creen que la ropa es un signo distintivo de libertad que les permite sentirse copartícipes de su círculo de amistades.

 

En cuanto a la estructura textual, nos encontramos ante un texto organizado en cinco  párrafos.

El primer  y el segundo párrafo nos introduce en el tema, en este caso,        el autor se fija en cómo actúan los jóvenes cuando compran ropa –en concreto- un pantalón, únicamente se detienen en la etiqueta.   Esa actitud exaspera a los padres, pues ellos se dan cuenta de que la ropa es de mala calidad y la comparan con   la que utilizaban los labradores cuando iban al campo.

El tercer, cuarto y quinto párrafo desarrolla el tema e introduce el cuerpo argumentativo que servirá al autor para, posteriormente, extraer la tesis,   su punto de vista sobre   la cuestión planteada. Según su experiencia a      los jóvenes no       les importa la calidad de la ropa, sino la firma comercial, signo inequívoco de su integración en un determinado grupo. Esta actitud es una garantía de su pertenencia a un grupo determinado, un signo de rebeldía contra la sociedad burguesa. El autor les recuerda que está pagando un precio desorbitado por una ropa de mala calidad e ironiza finalmente: los jóvenes se creen libres llevando una prenda que, en realidad, los esclaviza y anuncia al fabricante.

 

Esquema organizativo:

1. Los jóvenes únicamente se fijan en la etiqueta cuando compran ropa.

1.1. Según sus progenitores se trata de una ropa de mala calidad, la misma que usaban los labradores para ir al campo. (Parte de una generalización que él considera indiscutible, se trata de        un ejemplo de cómo actúan los jóvenes. Compara la ropa con     la de los labradores).

2. Los jóvenes visten como méndigos por prejuicios burgueses. (El autor vuelve a utilizar una generalización que él considera indiscutible).

2.1. De este modo se sienten integrados en un grupo.

2.2. Por ese precio los mendigos comerían una semana.

3. Luciendo su etiqueta se sienten libres.

3.1. No lo son: son esclavos de una marca publicitaria y anuncian gratis      al fabricante. (La ironía del autor se hace explícita en la tesis que cierra      el texto).

 

Se trata pues de un texto expositivo-argumentativo.
El autor introduce   el tema de la obsesión por la ropa de marca de los jóvenes y, seguidamente, va explicando con argumentos  los motivos erróneos de  su comportamiento para, finalmente, instarles a que abandonen una práctica que esclaviza tanto a ellos, como a sus padres, que deben desembolsar grandes cantidades de dinero por una ropa de mala calidad. La estructura es sintetizante, ya que la tesis aparece de forma explícita al final del texto, cuando el autor dice: Pero así es como se sienten libres, ¡libres! Angelitos míos.

 

Elementos de la comunicación y funciones del lenguaje.

El emisor del texto es el periodista, la persona que ha elaborado el artículo y lo ha publicado en un periódico y, aunque desconozcamos quién es, intuimos que se trata de una persona con una gran capacidad analítica, capaz de observar  los comportamientos sociales para, posteriormente, disociar, aquellos comportamientos parásitos e inadecuados e instar           al lector a erradicarlos de sus prácticas habituales. Se dirige  al lector habitual del periódico, aunque, probablemente en este artículo                  los destinatarios inmediatos sean los propios jóvenes y sus padres. Para ello utiliza como canal, el papel, ya que el artículo ha sido publicado en un periódico.

El mensaje no es otro que esa crítica mordaz e irónica   al comportamiento irresponsable e inocente de unos jóvenes que no saben realmente que        su actitud está controlada por las marcas de moda que se apoyan en           su ingenuidad para venderles unos productos de mala calidad, mediante una serie de eslóganes con mensajes subliminares que ellos asumen como signos distintivos de su grupo. El autor emplea el código estándar, afín       al medio difusión –el periódico-, lo que  no impide que  apele al lector, con expresiones coloquiales - chaval, trapo, culo- o el uso de apelación directa, el vocativo en un tono eminentemente irónico: ¡Angelitos míos! En cuanto al contexto, el contexto de enunciación (contexto lingüístico) es                   el periódico. El articulo emplea el tono apropiado y escribe con un estilo ágil. Busca   el equilibrio –brevedad e intensidad de las palabras-, algo necesario cuando se tiene un espacio prescrito y conciso dentro de             un periódico.  

En cuanto al contexto social, es evidente que el autor generaliza  pues considera que la mayoría de los jóvenes que adquieren ropa están  obcecados por la marca carísima de un producto que apela más a              sus necesidades afectivas que a la calidad de un producto.

En cuanto a las funciones del lenguaje, aparece de forma patente y explícita la función conativa, puesto que la finalidad última de los artículos de opinión es formar la opinión del lector, de forma que reflexione sobre      los comportamientos sociales. Es evidente además que todo texto periodístico pretende informar al lector, de ahí la presencia de la función representativa o referencial que  informa de cómo actúan la mayoría de     los jóvenes.  El mensaje subliminar  se concreta en el uso de   la función expresiva ya que el autor se implica en sus aseveraciones, por ejemplo, por medio del inciso - si es que a los padres se les concede la merced de haber sido jóvenes alguna vez-. Finalmente se observa el empleo de  la  función fática cuando el autor  apela al receptor del mensaje, en este caso, los jóvenes, a los que critica de forma premeditada.

 

Mari Carmen Moreno Mozo

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